Esta semana he estado impartiendo un taller de LinkedIn para los empleados las empresas SGM Environmental Services, CQM Consultores y Quimialmel Recycling. El taller estaba centrado en conocer las funcionalidades que esta red social tiene para los profesionales y utilizar todo su potencial para crear conexiones que nos ayuden a conseguir nuestros objetivos, que normalmente en el caso de las empresas suele ser siempre principalmente: vender más.
El primer paso en LinkedIn siempre es crear una estrategia y plantearnos qué vamos a hacer aquí, qué queremos conseguir, a quién nos dirigimos (si queremos vender, quién es nuestro cliente ideal) plantearnos los distintos pasos que vamos a seguir para llevarla a cabo.
Lo primero sería tener un buen perfil de LinkedIn. No es suficiente con tener un perfil: hay que tener un perfil perfecto, un perfil estelar como LinkedIn lo llama, porque el perfil es la base de todo. Si no tengo un buen perfil de LinkedIn, puede suceder que una persona me encuentre y mi perfil no le diga nada, con lo cual se acabe yendo y acabe perdiendo una oportunidad. Queremos que la gente visite nuestro perfil y nos invite a conectar o acepte nuestras invitaciones a conectar, pero si mi perfil no ofrece la suficiente información y no aporta nada o aún peor, si genera desconfianza, la persona se irá a otra parte y no establecerá conexión con nosotros.
Una vez tengo un perfil perfecto, que estará siempre en contínua revisión, tengo que crear mi red de contactos. Cuanto más grande sea esta, más posibilidades tengo de localizar más personas y de que otras me localicen ¿Cómo lo hago? Buscando a personas que respondan a mis intereses, y no solo a los que ya conozco, sino a aquellos que responden al perfil de mi cliente ideal (seguro que quieres vender a alguien que todavía no conoces, ¿verdad?). En LinkedIn podemos utilizar la búsqueda avanzada y segmentar al máximo el tipo de profesional que queremos buscar: su ubicación, dónde trabaja, qué cargo tiene…
Y luego viene qué hago con esos contactos. A menudo me hacen esta pregunta: ya tengo una red de contactos, ¿pero ahora qué? ¿cómo saco provecho de ella? Pues tendré que establecer relación con ellos, porque si no interactúo, sino converso, ¿qué conexión voy a establecer?
Porque LinkedIn va de eso, de conexiones. Y te lo aseguro: si no haces nada por conectar, no te va a suceder nada, porque a nadie le sucede nada por el simple hecho de estar: hay que actuar.
En esta formación también hablo de las páginas de empresa y de las funcionalidades que tienen, pero como ves realmente nos centramos en los perfiles.
¿Y por qué le iba a interesar a una empresa que sus empleados utilicen sus perfiles?
Pues porque su red de contactos es 10 veces mayor que el número de seguidores de tu empresa, y sus publicaciones tienen mucho más alcance que el que pueda tener una empresa desde su página.
Además, en LinkedIn las relaciones funcionan de tú a tú (como en la vida misma) por lo que si tus empleados están compartiendo contenidos de tu empresa y transmitiendo sus valores, van a generar más confianza que si lo cuentas tu como empresa. Los empleados son los mejores embajadores de tu marca, y si ellos brillan, la empresa también brilla.
Es un win-win porque además el empleado al difundir contenidos de la empresa está enriqueciendo su trayectoria profesional, aportando valor a sus contactos y mejorando su marca personal y su red, que le acompañarán durante toda su vida.
Formar a tus empleados para que conozcan el potencial de LinkedIn es el primer paso para empezar a obtener resultados en esta red social.
¿Quieres que imparta una formación de LinkedIn para los miembros de tu empresa Contacta conmigo.